domingo, 26 de junio de 2011

Renovar lo antiguo



Una persona verdaderamente espiritual es alguien que sabe que es la causa y no el efecto en la vida. En términos prácticos, esto quiere decir que nadie es capaz de hacerte algo a ti, debido a que tú creas tu realidad. Considerando que nos esforzamos en ser seres humanos dadores y conscientes, una incapacidad de perdonar a otros es una negación total de las leyes del universo.

Cuando te aferras a la ira, el resentimiento, el culpar a los demás o sentirte culpable, estás ignorando una lección importante: La esencia del perdón yace en entender que, en realidad, no hay nada que perdonar. Nadie te ha lastimado, ni podrá lastimarte jamás. Todo lo negativo en tu vida es efecto de una semilla negativa que tú plantaste en esta vida o en una vida pasada. La única forma de remover estas semillas antes de que echen raíces es dejar ir y confiar en la Luz. ¿Recuerdas a la Luz?

Esto no quiere decir que debas recostarte y dejar que los demás te pisen, te usen y te tiren a la basura. Al contrario, cuando traes Luz a tus acciones, serás muy efectivo. Pero deja ir el pasado, abandona los rencores. Si estás atascado en algo que te ocurrió, te vuelves resentido, infeliz y pesimista. Piensa sobre la gente feliz y saludable que conoces. Lo más probable es que éstos sean los que están enamorados de la vida, porque saben cómo dejar ir el pasado, seguir adelante y vivir el momento.

Esta semana te da la fortaleza para dejar ir todo el peso muerto del dolor que intenta arraigarse en un ambiente donde no está destinado a crecer. Observa las grandes bendiciones que te esperan en tu camino. Deja ir todas las emociones negativas y fuertes resentimientos que estás albergando contra los demás; éstos bloquean el camino. Y busca algo antiguo (una lección, una amistad, una relación) y revívelo. Despierta algo viejo y dale vida.


Todo lo mejor,

Yehuda


jueves, 16 de junio de 2011

4 leyes espirituales

La primera dice:
"La persona que llega es la persona correcta", es decir que nadie llega a nuestras vidas por casualidad, todas las personas que nos rodean, que interactúan con nosotros, están allí por algo, para hacernos aprender y avanzar en cada situación.
La segunda ley dice:
"Lo que sucede es la única cosa que podía haber sucedido".
Nada, pero nada, absolutamente nada de lo que nos sucede en nuestras vidas podría haber sido de otra manera. Ni siquiera el detalle más insignificante. No existe el: "si hubiera hecho tal cosa...hubiera sucedido tal otra...". No. Lo que pasó fue lo único que pudo haber pasado, y tuvo que haber sido así para que aprendamos esa lección y sigamos adelante. Todas y cada una de las situaciones que nos suceden en nuestras vidas son perfectas, aunque nuestra mente y nuestro ego se resistan y no quieran aceptarlo.
La tercera dice:
"En cualquier momento que comience es el momento correcto".
Todo comienza en el momento indicado, ni antes, ni después. Cuando estamos preparados para que algo nuevo empiece en nuestras vidas, es allí cuando comenzará.
Y la cuarta y última:
"Cuando algo termina, termina".
Simplemente así. Si algo terminó en nuestras vidas, es para nuestra evolución, por lo tanto es mejor dejarlo, seguir adelante y avanzar ya enriquecidos con esa experiencia. Creo que no es casual que estén leyendo esto, si este texto llegue a nuestras vidas hoy; es porque estamos preparados para entender que ningún copo de nieve cae alguna vez en el lugar equivocado!
¿No sientes paz al leer estas hermosas leyes?